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viernes, 28 de marzo de 2014

Ejercicios postparto para adelgazar saludablemente



Hoy te proponemos ejercicios postparto para adelgazar saludablemente; es la preocupación de toda mamá una vez que se ha recuperado del parto, el deseo de volver a recuperar la figura y de verse atractiva, por eso es algo de lo cual queremos y necesitamos ocuparnos.

Ejercicios postparto para ponerse en forma

Antes de comenzar, es una buena idea consultar con tu médico, sobre todo si has tenido a tu niño por cesárea o ha existido algún tipo de complicación en el parto.

También es conveniente escuchar a tu cuerpo y sin exigencias ser realista: quizá todavía te sientas con poca fuerza, animo o energía. Entonces, espera a que estés más recuperada, de lo contrario el ejercicio podría ser contraproducente. Luego de las modificaciones que ha sufrido tu organismo a lo largo de nueve meses, no puedes pretender que de un día para otro vuelva a la normalidad.

Intenta no comenzar con una actividad brusca, sino con ejercicios postparto livianos como por ejemplo:
  • Caminar
  • Yoga
  • Actividades aeróbicas de bajo impacto
  • Tonificación de bajo impacto
Una recomendación a nivel personal que me ha servido a lo largo de mis 3 cesáreas, es comprarte una faja; no es cómodo, sobre todo al principio, luego te acostumbras. De ésta forma, la zona abdominal queda contenida y en su sitio, ayuda muchísimo a recuperar el ansiado “vientre plano”, a fortalecerlo y también a que el área esté sujeta a la hora de ejercitarte.

Los mejores ejercicios

Recuperar tu figura luego del embarazo puede ser importante para ti, pero te aseguro que más lo es fortalecer algunos músculos, que de no hacerlo, se irán debilitando más con el paso de la edad y luego podrías padecer de problemas como la incontinencia.
Para evitarlo, haz ejercicios que favorezcan

Fortalecimiento de los músculos transverso abdominal
Trabajo de tonificación para los músculos del suelo pélvico
Si has asistido a clases de preparación al parto, puede que allí mismo también impartan clases post parto o encuentres algún sitio en dónde lo hagan.

Esto sin duda es ideal, en primer lugar porque muchas veces permiten ir con los bebés, en segundo, porque todos los ejercicios que te enseñan son aptos para cualquier mujer que se encuentra atravesando la etapa post parto; y en tercero porque luego puedes hacerlos en casa, mientras tú bebe duerme.

No te desesperes, poco a poco recuperarás tu cuerpo, sé razonable; si estas amamantando a tu bebé, perderás peso más fácil, también contribuirás a que toda la zona uterina vuelva antes a su estado habitual.




Entrenamiento en frío para bajar de peso



El entrenamiento en frío para bajar de peso ha conseguido ganar adeptos en la comunidad científica. Pero, ¿qué es exactamente el entrenamiento en frío? ¿Para qué sirve? Desde VivirSalud queremos explicarte todo lo que necesitas saber sobre esta nueva forma de hacer deporte.

¿Qué es el entrenamiento en frío?

Hay muchos métodos a la hora de practicar el entrenamiento en frío para bajar de peso y adaptarse a las temperaturas bajas. A pesar de que muchos de esos métodos aún no han sido validados de forma científica, eso no significa que no funcionen realmente.

La idea radica en exponer el cuerpo a una temperatura de frío leve durante un período de tiempo prolongado para obtener los resultados epserados. La pérdida de grasa es modesta –del 5%–, pero más que suficiente para que las personas pudieran conseguir su peso adecuado sin morir de hambre.

Debemos tener en cuenta que somos mamíferos de sangre caliente, por lo que mantener nuestra temperatura corporal estable es algo imprescindible para sobrevivir. El complejo sistema de regulación de energía se controla desde el cerebro, específicamente desde el área del hipotálamo. Tenemos “termómetros” en el cerebro, la piel y el área abdominal, que mandan señales rápidamente para evitar que el cambio rápido de temperatura termine en desastre.

Hay algunas líneas de defensa que se activan primero que otras: en general, las primeras son las relacionadas con el comportamiento –abrigarse, cruzar extremidades–. Luego, hay otras físicas como los cambios en el diámetro de los vasos sanguíneos o la sudoración. Y por último, el mecanismo energéticamente más costoso: la termogénesis sin temblor y los escalofríos.

En este momento, la grasa parda se activa en primer lugar, y si eso no es suficiente comenzamos a temblar. De esta forma se queman muchísimas calorías que se podrían utilizar para hacer otras cosas más productivas, por lo que el cuerpo tarda en poner en marcha estos puntos. Por eso, todo esto produce un ligero malestar, porque al cerebro no le parece la mejor opción de todas, aunque es algo inevitable.
Consejos prácticos para el entrenamiento en frío

Primero que nada, a la hora de utilizar el entrenamiento en frío para bajar de peso, debemos saber que no es necesario bajar la temperatura del núcleo de nuestro cuerpo para obtener resultados favorecedores. Por esta razón, las duchas frías pueden activar la grasa marrón aunque sean de corta duración.

Sin embargo, sí debemos tener en cuenta que unos pocos minutos a la semana de esta activación no generarán un resultado visible. También debemos tener en cuenta que, si utilizamos algún método como el hielo para enfriar la piel, no es necesario colocarlo exactamente donde está la grasa que queremos quemar. Si no sentimos ningún tipo de incomodidad, probablemente signifique que no se está llevando a cabo el proceso.




¿Sudar es adelgazar?



Muchas personas consideran que sudar es adelgazar, pero ¿es esto realmente cierto? Lo primero que debemos hacer es entender por qué sudamos, para luego averiguar si esto realmente nos hará perder peso. Más allá de todo, sudar es algo casi ineludible cuando practicamos deporte, así que de una forma u otra, nos ayudará.

¿Por qué sudamos?

Sudar es una forma de limpiar nuestro organismo de las toxinas: en muchas culturas se hacen rituales para sudar. Cuando el cuerpo transpira, se ponen en funcionamiento un montón de procesos para liberar toxinas y acelerar el metabolismo.

El sudor es prácticamente agua, aunque contiene minerales, urea, ácido láctico, amoníaco y azúcar. Es la forma que tiene el cuerpo de regular la temperatura cuando hacemos ejercicio o estamos en verano, por ejemplo. De esta forma, cuando el cuerpo se sobrecalienta, conseguimos que vuelva a la temperatura normal.

Cuando sudamos, respiramos más fuerte, el corazón late más, la circulación mejora y el metabolismo se enciende; el sistema inmune comienza a producir más células blancas que nos permiten protegernos de enfermedades. No solo el cuerpo se beneficia de eso, también la piel: queda más limpia y suave.

Ten en cuenta que todos sudamos: la teoría de que aquellos que tienen sobrepeso o están en baja forma sudan, es mentira. En verdad, mientras más en forma estés, más transpirarás. El olor también es un punto clave para conocer nuestra salud: mientras más mal olor tenga el sudor, peor alimentación y estilo de vida llevamos.

Sudar para adelgazar


¿Sudar es adelgazar? Cuando transpiramos, el peso que perdemos es de agua, y es rápidamente reemplazado por otros fluidos que consumimos.

Sin embargo, todas las actividades que nos hacen sudar están relacionadas con la pérdida de peso: la práctica de algún ejercicio o deporte, o incluso el sauna –se utiliza la energía para volver al cuerpo a la temperatura habitual–.

Teniendo en cuenta que el sudor es como nuestro aire acondicionado natural, mientras más transpiremos, más frescos estaremos, y por ende será más fácil mantener el ritmo. Esto lleva a que hagamos más ejercicio y quememos más calorías.


Fuente vivirsalud.imujer.com

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