El hábito de fumar resulta un estresor importante para la salud del organismo y afecta no sólo el sistema respiratorio y cardiovascular, sino también, los músculos esqueléticos, por eso, hoy nos preguntamos, ¿es posible correr siendo fumador?.
Si tenemos en cuenta todo lo antes dicho, sin duda empezar a correr siendo fumador no será tarea fácil, pues no contaremos con un cuerpo cuidado, sino que un cuerpo estresado, con riesgos y tóxicos deberá enfrentarse a un esfuerzo físico. Por ello, correr siendo fumador es posible, pero debemos tener en cuenta:
Comenzar con previo chequeo médico que descarte problemas severos de corazón, vasculares o respiratorios, frente a los cuales un esfuerzo físico sería totalmente peligroso.
Comenzar con cautela, pues el rendimiento no será igual en un fumador que una persona libre de tabaco, ya que las sustancias inflamatorias que genera el cigarrillo reducen la capacidad de oxigenación de la sangre y rápidamente se experimentará fatiga.
Controlar la frecuencia cardíaca, pues rapidamente puede dispararse en un fumador ante la realización de ejercicio físico.
Progresar poco a poco para no incrementar la carga de trabajo rápidamente y sentir fatiga en exceso que pueda desmotivar la práctica de actividad.
Consumir más vitaminas y minerales que nunca, pues el ejercicio demanda la presencia de atioxidantes y los fumadores de por sí, requieren de algunas vitaminas en mayores cantidades debido a que el tabaco las roba de nuestro cuerpo.
Cuidar la recuperación, pues la intensidad de trabajo siempre será mayor para un fumador y los músculos tardarán más en recuperarse del esfuerzo debido a la menor oxigenación de la sangre así como al menor rendimiento cardiorespiratorio. Por lo tanto, lo mejor es dormir lo suficiente, entrenar a baja intensidad, comer variado y con muchos nutrientes y realizar un descanso activo el día después al entrenamiento.
Evita fumar justo antes y después del ejercicio, pues de esta forma te prepararás mejor para el deporte y te recuperarás más fácil después.
Lo mejor a pesar de que es posible correr siendo fumador, es abandonar el cigarrillo poco a poco mientras crecemos como corredores, pues veremos importantes cambios y sin duda, los beneficios de movernos más junto a los efectos positivos de dejar de fumar serán superiores.
Imagen | Daniela Vladimirova
Correr con el móvil en la mano, una mala idea
Desde hace un tiempo vengo observando que muchos corredores van con el móvil en la mano. Los que me conocéis, sabéis que no soy muy amigo de correr y entrenar con el móvil, pero aquí podría decir que estoy en contra de correr con el móvil en la mano, ya que puede alterar sustancialmente la técnica de carrera.
Casi todos los corredores que llevan el móvil en la mano tienen ese codo mucho más flexionado que el otro, supongo que para evitar que el cable de los auriculares estén con demasiada tensión. Tampoco se hace de forma correcta ni completa el movimiento de braceo, pudiendo afectar a la estabilidad del corredor y su técnica.
Si se sale a correr con el móvil, yo recomiendo llevarlo en el bolsillo o con un brazalete. Además, se corre el riesgo de acabar con el móvil lleno de sudor o con un “calentón” importante, algo que no es muy recomendable para nuestro querido smartphone.
Además, si llevamos el móvil en la mano se corre el riesgo de caer en la tentación de mirarlo de vez en cuando, algo que nos va a distraer del entrenamiento. Se puede hacer deporte con nuestros gadgets, pero siempre hay que pensar cuál es la mejor forma de darles uso.
Imagen | Evan
"Vigor", el documental sobre la obsesión por los músculos
Hoy se estrena en la Cineteca del Matadero de Madrid “Vigor”, un documental de Diego Cortés y Alfonso Rivera sobre el lado más oscuro del culto al cuerpo.
A través de la voz de tres chicos jóvenes, Rivera y Cortés nos hablan en este documental del mundo de la vigorexia, una patología que sólo en España afecta ya al 10% de los usuarios de gimnasios, y que ha empezado a compararse con otro tipo de trastornos como la anorexia y la bulimia.
Antes de nada, aclarar que en los primeros párrafos de este post me limitaré a informar sobre el documental, con citas de los directores y texto extraído del film, sin que tenga que coincidir con mi opinión sobre el tema. A continuación, os daré mi parecer, como os invito a que hagáis también vosotros en los comentarios: aquí todos tenemos voz y voto.
“Vigor”, el documental
“Vigor” trata el tema de la vigorexia o dismorfia muscular, un desorden emocional que aparece acompañado por una percepción errónea del propio cuerpo, de trastornos alimenticios y de una obsesión insana por el aumento muscular, generalmente para paliar una baja autoestima.
En el documental se habla de el ejercicio físico y de la dieta cuidada al milímetro; sin embargo, el mayor problema de esta obsesión desmedida por el físico es el uso y abuso de sustancias químicas e ilegales para conseguir el cuerpo deseado.
Rivera y Cortés han contado, además de con testimonios de primera mano de personas consumidoras de estas sustancias químicas, con la opinión de expertos en distintos campos relacionados con este trastorno: profesionales del deporte, de la farmacología, de la psicología o de la nutrición ofrecen su punto de vista sobre este desorden del siglo XXI.
Sustancias ilegales: sobrepasando el límite
El uso (y peor aún: el abuso) de sustancias que no se encuentran dentro de la legalidad para llegar a tener un cuerpo más estético o más musculado no sólo es algo prohibido por ley, sino que puede poner a las personas en una situación de salud muy peligrosa.
Generalmente estas sustancias están compuestas por hormonas, que además de favorecer el crecimiento de los tejidos (anabolismo muscular en el caso de los anabolizantes) poseen otras funciones como regulación de la segregación de bilis o regulación hepática, que pueden verse alteradas causando otro tipo de trastornos más graves.
El problema de los suplementos: la desinformación de la sociedad
Para nosotros, que nos encontramos inmersos en el mundo del deporte o de los gimnasios, hablar de la suplementación a través de batidos de proteínas o hidratos, o la recuperación muscular mediante las cápsulas de glutamina suele ser algo del día a día.
Pero para la población “profana”, sólo el hecho de ver a alguien con un shaker en la mano lamentablemente suscita comentarios del tipo “mira a ése: ya se está dopando”, metiendo en el mismo saco a todo el mundo por igual: a aquellos que buscan estar sanos, y a los que consiguen precisamente lo contrario gracias al abuso de sustancias ilegales. Esto es un problema de desinformación.
Según las palabras del propio Rivera, director del documental, “el problema no está en la presencia de estos productos en el mercado, sino el abuso en el consumo de los mismos y en que se sustituya drásticamente una alimentación natural por otra artificial”. Como siempre, en el punto medio está la virtud: suplementación ¿por qué no, si la necesitas? Pero siempre con cabeza.
La diferencia entre estar sano y padecer vigorexia
También debido a la falta de información de la sociedad se tiende a confundir a todo aquel que se cuida con alguien obsesionado por su cuerpo. Esto no suele ser así: los extremos son difícilmente alcanzables, pero por desgracia las personas que llegan a ellos hacen bastante ruido.
Las páginas como Vitónica y muchas otras del mismo género son nuestra oportunidad para dar a conocer al gran público los beneficios de llevar una vida saludable formada por una dieta sana y por ejercicio físico. A través de los artículos y de nuestra propia experiencia podemos hacer ver a los demás los privilegios que nos aporta este tipo de vida.
¿Qué opino yo? ¿y qué opináis vosotros?
En mi opinión personal, que creo que coincide con la de la inmensa mayoría de personas que visitan esta página, estoy totalmente en contra del uso de sustancias ilegales, ya sea en competición o fuera de ella, para llegar a un objetivo físico. Creo que no se trata solamente de mentirse a uno mismo, sino que también estás despretigiando y despreciando el trabajo de los demás, que han conseguido llegar a su punto máximo a base de trabajo duro.
La obsesión por un cuerpo muy musculado, al igual que la obsesión por un cuerpo extremadamente delgado, son problemas físicos que derivan de otros psicológicos, y que es necesario tratar en un ámbito médico. Es un trastorno mental, una distorsión de la realidad, y como tal debe ser tratado. No se puede frivolizar con estos temas en los que la salud está en juego.
Vídeo | Vimeo
Imagen | Fotogramas
Fuente vitonica.com
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