
La mantequilla es un producto lácteo hecho a partir de la crema que queda por encima de la leche tras dejarla reposar un tiempo. Muchas mantequillas son 100% naturales, a otras se les añaden sal, saborizantes y conservantes. La mantequilla es más natural y más sabrosa que la margarina. Es una buena fuente de vitaminas liposolubles como la vitamina A, vitamina D, vitamina E y vitamina K. Sin embargo, contiene colesterol y altos niveles de grasas saturadas.
Las grasas saturadas pueden elevar el colesterol LDL (colesterol “malo”), así como su nivel de colesterol HDL (colesterol “bueno”), pero no lo suficiente como para contrarrestar el efecto del colesterol LDL. Lo recomendable es limitar la ingesta de grasa saturada a no más de 15 gramos de grasa saturada al día. No es mucho teniendo en cuenta que sólo una cucharada de mantequilla (unos 14 gramos) contiene 7 gramos de grasa saturada. La mantequilla también puede contener trazas de las hormonas y los antibióticos suministrados a los animales.
En qué se diferencia la margarina?
La margarina es un invento hecho por el hombre que consiste en la hidrogenación de aceites vegetales para convertir un aceite vegetal en una sustancia sólida, estable y untable.
Al ser de origen vegetal no contiene colesterol. En cambio, contienen mayor cantidad de grasas no saturadas, poliinsaturadas y mono insaturadas al estar hechas a partir de aceites vegetales (como el de canola, girasol, cártamo y aceite de oliva). Estas grasas no saturadas disminuyen los niveles de colesterol LDL (“malo”) y aumentan el colesterol HDL (“bueno”) en la sangre, reduciendo así el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
En cambio, la margarina contiene ácidos grasos trans, que son más peligrosos que las grasas saturadas. Las grasas trans se forman cuando se añade hidrógeno al aceite vegetal a través de un proceso llamado hidrogenación. Las grasas trans pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria por elevar los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) y reducir los niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”). Cuanto más sólida es una margarina a temperatura ambiente, mayor proporción de grasas trans que contiene.
Conclusión: ¿Mantequilla o margarina?
En resumidas cuentas, yo creo que la decisión es una preferencia personal. Hoy en día las margarinas son casi cero grasas trans y están enriquecidas con vitamina A y D. Sin embargo, yo prefiero el sabor y la consistencia de la mantequilla. Si te gusta la mantequilla no tienes por qué renunciar a ella por completo, siempre podemos consumirla de vez en cuando.
Os dejo un video donde abordan también este tema y donde abogan por la mantequilla:
La leche desnatada no ayuda a los niños a perder peso
Unos investigadores australianos han descubierto que ni el peso ni el indice de masa corporal varió de manera notable en los seis meses que los niños estuvieron tomando leche desnatada. Lo que observaron fue que al reducir el consumo de grasa proveniente de los lácteos, lo niños tenían tendencia a compensarlo comiendo más calorías a través de otros alimentos.
Para el estudio, los investigadores dividieron 145 niños, con edades comprendidas entre los 4 y los 13 años, en dos grupos. Los investigadores pidieron a un grupo que reemplazara los productos lácteos que solían consumir por otros con bajo contenido de grasa durante seis meses, mientras tanto, el otro grupo sería el de control, es decir, no tenían ningún asesoramiento dietético.
Ambos grupos consumían cantidades similares de los productos lácteos, y la ingesta total de calorías se mantuvo más o menos estable a lo largo del estudio.
Los niños y los padres fueron entrevistados sobre sus hábitos alimenticios al inicio del estudio, a los tres meses y a los seis meses. Además se les extrajo sangre para su análisis, se midió su índice de masa corporal y la circunferencia de la cintura.
Finalmente observaron que el grupo que consumió lácteos bajos en grasa a lo largo del estudio consumió menos grasas, también absorbieron menos grasas saturadas y tuvieron una ligera bajada de colesterol. Sin embargo su peso, su IMC y su diámetro de cintura no variaron notablemente.
Los investigadores descubrieron que los hombres con niveles altos de HDL (lipoproteínas de alta densidad) tuvieron un 28% menos de probabilidades de morir antes de cumplir 85 años, en comparación con los hombres con el nivel más bajo de HDL.
Este estudio se suma a la larga lista de pruebas realizadas para demostrar los beneficios del colesterol bueno, aunque los investigadores quieren dejar claro que es una asociación, y que por tanto el hecho de que tengamos un alto nivel de HDL no implica que nuestra esperanza de vida vaya a aumentar.
Esto puede sonar poco coherente, pero es que hay que entender que una cosa no lleva a la otra, en todo caso puede tener una relación positiva, pero nada más. No se trata de un colesterol mágico que nos protege de todo lo malo.
Este tipo de datos son más bien útiles para los médicos y especialistas que deben dirigir una dieta, son parámetros que deben valorar personas con conocimientos, ya que en manos de un ciudadano común puede llevar a desarreglos nutricionales.
En cualquier caso, para llegar a esta interesante conclusión, los investigadores analizaron más de 600 historias clínicas de personas que rondaban los 65 años. Al agruparlos por nivees de HDL fue que descubrieron que aquellos que tenían niveles más bajos tuvieron una esperanza de vida más corta, y por contra, aquellos con niveles altos alcanzaban en mayor proporción los 85 años.
Además, el número de los hombres con más altos de HDL tenían sobrepeso, y que tienden a no tener más de 2 bebidas al día. Y menos de ellos tenían enfermedad cardíaca o ahumados, en comparación con el grupo más bajo de HDL.
Realmente no es fácil modificar los niveles de colesterol HDL, pero a la vista de los resultados que están mostrando múltiples estudios, las farmacéuticas Merck y Roche están trabajando en un fármaco para elevar el HDL. Pfizer detuvo sus investigaciones en otro de estos fármacos, Torcetrapib en 2006, porque resulta que la gente que lo tomaba junto con Lipitor tenían una tasa mayor de mortalidad, según un estudio realizado en su momento.
Al parecer, la niacina o vitamina B3 puede aumentar los niveles de HDL entre un 15 y un 35 %, y la podemos encontrar en productos lácteos, huevos, carnes y pescado, frutos secos, y en algunas frutas y verduras, aunque conviene andarse con ojo ya que sus efectos secundarios pueden incluir daño al hígado y un aumento del azúcar en la sangre.
Visto en AJConline.org

Con los inconvenientes que plantea la nueva Ley Antitabaco para los fumadores muchos son los que se plantean dejar de fumar. Desde el blog de Dieta y Peso queremos animarles a que lo hagan y les damos otra buena razón para conseguirlo, resulta que dejar de fumar mejora el colesterol!.
Por lo visto, según un nuevo estudio, cuando uno deja de fumar se produce un aumento del colesterol bueno a pesar del aumento de peso. Si se confirma en futuras investigaciones, este hallazgo podría arrojar luz sobre la misteriosa relación entre fumar y la salud del corazón.
Hasta el 20% de las muertes por enfermedades del corazón son actualmente atribuidas al tabaco, pero los investigadores aún no han tenido una clara comprensión de lo que hay detrás del efecto. Fumar probablemente afecta el sistema cardiovascular de diversas maneras, incluyendo una reducción en los niveles de oxígeno y el desgaste en el propio corazón.
Algunos pequeños estudios también han demostrado que el fumar disminuye el colesterol bueno (HDL) y eleva el colesterol malo (LDL). Para probar el impacto del tabaquismo sobre los niveles de colesterol de forma más rigurosa, y en un entorno realista, el Dr. Adam Gepner de la Universidad de Wisconsin y sus colegas reclutaron a más de 1.500 fumadores que representaran a la población actual de los EE.UU., incluyendo su alta proporción de personas con sobrepeso y obesos.
El participante promedio fumaba unos 21 cigarrillos al día antes del inicio del estudio. Después de un año en uno de los cinco programas para dejar de fumar, 334 (El 36 por ciento) habían logrado dejar de fumar.
Los investigadores encontraron que aquellos que dejaron de fumar experimentaron un aumento de peso de alrededor del 5 por ciento, o 2,4 miligramos por decilitro (mg / dl), en el colesterol HDL.
Los efectos fueron un poco más notables en las mujeres. Sin embargo, no parece importar cuántos cigarrillos se fumara al inicio del estudio, ya que los “grandes fumadores” disfrutan del mismo beneficio de colesterol HDL que los otros fumadores al dejar de fumar.
Una desventaja de dejar el hábito puede ser el aumento de peso. Efectivamente, el grupo que dejó de fumar ganó un promedio de cerca de 4,5 kg en comparación con el medio kilo o un kilo de los que recayeron en el consumo de tabaco.
Los investigadores advierten que sus resultados no prueban que dejar de fumar provoca mejoras en el colesterol. Se necesitan más investigaciones para descartar otras posibles explicaciones, incluida la función de los cambios en el consumo de alcohol, que se sabe puede afectar al colesterol HDL.
Gepner también señaló que aún no está claro cómo dejar de fumar podría afectar los niveles de colesterol, aunque podría tener que ver con cambios en las proteínas que controlan la distribución de colesterol, asumiendo que fumar puede dañar estas proteínas.
La proteína de soja reduce el colesterol malo

Un nuevo estudio, publicado en la revista Journal of Clinical Lipidology, muestra que la proteína de soja reduce el colesterol total y colesterol no HDL (lipoproteínas de alta densidad) significativamente más que la proteína de la leche en los pacientes con niveles de colesterol moderadamente altos.
“El colesterol no-HDL ha demostrado que es capaz de predecir algo más fuerte la enfermedad cardiovascular y el riesgo de mortalidad que el colesterol LDL en los estudios de población”, dijo Elaine Krul, co-autor del estudio. Y considera que el hecho de que la proteína de soja disminuyó significativamente los niveles de colesterol no-HDL en comparación con proteínas de la leche es algo muy prometedor.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos afirma en referencia a la proteína de soja que: 25 gramos de proteína de soja al día, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón. Pero no son los únicos, más de decena de países reconocen las propiedades potencialmente saludables de la proteína de soja para reducir el colesterol en sangre y los riesgos de sufrir una enfermedad cardiaca coronaria.
Puedes encontrar más información sobre el estudio en lipidjournal.com
Manzanas para reducir el colesterol

Quizás conoces ese refrán inglés “One apple a day keeps the doctor away” – una manzana al día mantiene lejos al médico –, lo cierto es que el refranero popular es muy sabio y la mayoría de las ocasiones la ciencia más tarde o más temprano le acaba dando la razón.
En esta ocasión se trata de reducir el colesterol, y al parecer las manzanas puede contribuir a ello, pero no con una al día, sino con dos!. Pero no no lo digo yo, esto lo han descubierto unos investigadores que han realizado un estudio sobre nutrición que afirma que comer un par de manzanas al día, es decir unos 300 gr., puede ayudar a reducir el colesterol en un diez porciento.
Pero ahí no queda la cosa, con esta misma cantidad de manzanas ayudamos a nuestro organismo a reducir en un 80% la aparición de hongos patógenos (los que originan y desarrollan enfermedades), e incluso elimina la salmonela si se mete la manzana en agua caliente durante unos segundos.
Este es uno de los 8 proyectos impulsados y financiados por la Comunidad Europea en investigación e innovación presentados el miercoles pasado. Este concretamente está coordinado por Dinamarca bajo la denominación Isafruit, y con él se pretende potenciar el consumo de fruta.
En los estudios restantes han participado organizaciones de diferentes países, entre ellas una quincena de España, y se han centrado en múltiples áreas que abarcan temas tan variados como las enfermedades contagiosas de los animales, la alimentación de las piscifactorías, o la influencia de la dieta y los factores hereditarios en la aparición del cáncer.
Beneficios del colesterol

Al contrario de lo que alguno pueda pensar, el colesterol también puede tener efectos beneficiosos en nuestro organismo. Al parecer un estudio llevado a cabo en el Hospital del Mar de Barcelona y en colaboración con el Hospital General de Massachusetts, ha sido publicado en la revista Stroke, y ha comprobado que los pacientes con niveles altos de colesterol y triglicéridos en sangre presentaban menos degeneración de la sustancia blanca del cerebro.
Por si no lo sabes, la sustancia blanca del cerebro contiene fibras nerviosas, muchas de las cuales están rodeadas por un tipo de grasa llamada mielina. La mielina le da a la sustancia blanca su apariencia blanquecina, actúa como un aislante y aumenta la velocidad de transmisión de todas las señales nerviosas.
En general, la gente en edad avanzada o con hipertensión suelen sufrir dificultades en la circulación de los vasos sanguíneos cerebrales, lo que es indicativo de una degeneración de la sustancia blanca, y que a su vez es un indicador de mayor riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo o demencia, así como una menor capacidad de recuperación después de sufrir un ictus.
El estudio ha contado con la participación de más de un millar de pacientes, la mayoría del hospital de Boston, y los resultados obtenidos en ambos centros han coincidido al detectar ciertos beneficios del colesterol, ya que aquellos pacientes con un nivel elevado de colesterol presentaban una menor degeneración de la sustancia blanca del cerebro.
Para los científicos ha resultado paradójico descubrir que si bien un nivel alto de colesterol incrementa el riesgo de sufrir problemas cardiovascules e incluso nos puede llevar a sufrir un ictus, también este mismo colesterol contribuye a la recuperación del tejido dañado una vez que se ha sufrido un ictus.
Por otro lado, estos resultados les obligan a replantearse el uso de tratamientos agresivos para reducir el colesterol, ya que quizás si se llega a niveles excesivamente bajos se ponen en riesgo algunos aspectos de nuestra salud.
Fuente dietaypeso.net
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