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viernes, 3 de junio de 2011

Dietas ricas en proteínas



Hablando de dietas ricas en proteínas, si hace poco hablaba de la dieta o método Dukan, hoy es el turno de las dietas ricas en proteínas empleadas por deportistas profesionales, en particular luchadores y boxeadores, para bajar de peso en cuestión de días y dar el peso apropiado para participar en una determinada categoría, eso si, la idea es recuperar su peso normal en poco tiempo, y con ello recuperar su potencia física.

Siguiendo dietas ricas en proteínas y vegetales los luchadores pueden llegar perder más de 10 kilos en pocos días, la mayor parte de ese peso es agua. Paralelamente, el deportista realiza menos ejercicio y sesiones de sauna, toda esta estrategia controlada por entrenadores y nutricionistas le permiten al deportista perder los kilos de peso que le sobran, pero como comentaba, lo que pierdes es agua no grasa, y además de forma temporal.

Probablemente mucho nutricionista advenedizo vio en estos métodos, sólo empleados por profesionales, una mina para sacarle el dinero a miles y miles de personas que desean perder peso en poco tiempo.

El agua pesa y mucho, y por tanto cuando hacemos deporte o sudamos en una sauna, perdemos peso por el sudor. Deportes como el ciclismo o la Formula 1 están entre los que más castigan al deportista, ya que en días calurosos pueden llegar a perder entre 3 y 4 kilos, e incluso más.

A la hora de recuperar su peso normal el deportista toma bebidas especiales para recuperar carbohidratos, y seguirá su dieta habitual para volver a hidratarse y estar listo para pelear.


Proteínas, antes o después de hacer ejercicio?

Según un reciente estudio, la cinética de la digestión y la absorción de proteínas no se ven afectadas tras haber realizado ejercicio, ni tampoco en edades avanzadas. Hacer ejercicio antes de la ingesta de proteínas permite hacer un mejor uso de las proteínas derivadas de los aminoácidos, tanto en hombres jóvenes como ancianos.

El consumo de proteínas tras el ejercicio puede ayudar a construir el músculo. Es más, en el estudio se observó que la proteína muscular aumentó casi al mismo ritmo, tanto en hombres jóvenes como en mayores.

Esto sugiere que, contrariamente a algunas especulaciones, la edad avanzada no afectaría a la forma en que el cuerpo digiere y absorbe las proteínas de los alimentos.

El estudio incluyó a veinticuatro hombres mayores con una edad promedio de 74, y veinticuatro jóvenes con una edad media de 21 años, ninguno de los cuales hacia ejercicio regularmente.

Los investigadores dividieron aleatoriamente a los hombres en dos grupos. En el primero, los hombres descansaban hora y media, tras lo cual realizaban media hora de ejercicio (pedalear en una bicicleta estática y realizar suaves ejercicios de fuerza). En el segundo grupo, los hombres pasaron esa media hora extra relajandose.

Después, los hombres de ambos grupos bebieron una solución que contenía veinte gramos de proteína, entonces se medían sus niveles en sangre de varios aminoácidos. Los investigadores también tomaron una pequeña muestra de tejido del músculo del muslo de cada hombre, justo antes de la bebida de la proteína y seis horas después, con idea de poder medir los cambios de proteínas en el músculo.

En general, la proteína muscular aumentó en mayor medida en el grupo que realizó media hora de ejercicio que en el grupo de inactivos, tanto para los hombres mayores como para los jóvenes.

Las limitaciones del estudio son obvias, se trata de una muestra muy pequeña de población y además los efectos se producían a corto plazo, por tanto será interesante observar los datos en futuros estudios más amplios.

Visto en ajcn.org



Muchas jóvenes subestiman su peso

En un estudio realizado recientemente los investigadores descubrieron que entre más de 2.200 mujeres de entre 18 y 25 vistas en varias clínicas de salud reproductiva de Texas, la percepción errónea del peso era frecuente tanto en las muchachas de peso normal como en las que tenían sobrepeso.

De las 1.062 participantes del estudio que tenían un peso normal o falta de peso, un 16 por ciento pensaban que tenían un exceso de peso, mientras que una cuarta parte de mujeres de mayor peso – lo que incluye el 37 por ciento de las mujeres con sobrepeso y 11 por ciento de las mujeres obesas – creían que su peso era normal o demasiado bajo.

El problema de no percibir su peso, tanto para unas como para otras, es que pueden adoptar hábitos de vida poco saludables. Por ejemplo, los investigadores detectaron que las mujeres con peso normal que pensaban que tenían sobrepeso eran propensas a adoptar dietas poco saludables para controlar su peso, como puede ser: saltarse comidas, abusar de diuréticos o pastillas para adelgazar.

Y por su parte, las mujeres con sobrepeso que se ven como de peso normal era menos probabke que intentaran adoptar hábitos más saludables para bajar de peso, como por ejemplo: poner freno a las calorías y hacer ejercicio con regularidad.

Los resultados, publicados en la revista Obstetrics & Gynecology, sugieren que las percepciones erróneas de peso son comunes y podría tener importantes implicaciones para la salud pública, es decir, dado que una de cada cuatro mujeres obesas o con sobrepeso piensan que tienen un peso normal, es complicado que sean sensibles a las campañas de prevención.

Como ya hemos comentado en alguna ocasión, el método estándar para determinar la categoría de peso es la medida del índice de masa corporal (IMC), que evalúa el peso en relación con la altura. Uno puede medir su propio índice de masa corporal dividiendo el peso en kilogramos, por el cuadrado de tu altura en metros.

Por ejemplo, si mido 1,70 y peso 68 kg calcularía 68 / (1,70 x 1,70) = 23,5 de IMC

Un IMC de 18,5 a 24,9 se considera normal. Un IMC de 25 a 29,9 cae en la categoría de sobrepeso, y las personas con un IMC de 30 o más se encuentran en la categoría de obesidad. Si lo deseas, haz clic aquí para calcular tu índice de masa corporal.


Perímetro de cintura

El perímetro de cintura puede ser un índice de salud, un tamaño excesivo de la cintura indica que existe acumulación de grasa abdominal, y esto implica un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades y problemas cardíacos.

Como podemos ver en la siguiente infografía, existe lo que se conoce como grasa subcutánea, que es la que se acumula debajo de la piel y por encima de los músculos en distintas regiones del cuerpo.

Haciendo de frontera, por así decir, tenemos una franja de músculo que no es otro que el músculo abdominal. Por detrás se encuentra la grasa intra-abdominal, la cual se acumula entre las vísceras. Como es liberadora de sustancias que pueden inflamar las paredes arteriales, favorece la formación de ateromas.

Si nos queremos medir nuestro perímetro de cintura, debemos seguir estas sencillas instrucciones para tomar bien la medida:

  1. Inspirar normalmente
  2. Expirar o soltar todo el aire
  3. Contener la respiración mientras tomamos la medida

La altura a la que debemos medir está indicada en la imagen de arriba. Debemos colocar la cinta métrica en la zona donde la panza se hace más ancha, que por lo general coincide con el ombligo.

Por lo general, las mujeres acumulan más grasa en las caderas, pero la barriga puede aumentar después de la menopausia. La acumulación de grasa abdominal en los hombres es la tendencia más común en aquello que tienen exceso de peso.


Presionando a las células de grasa


Desde las dietas de moda a los programas de ejercicio, la gente continúa batallando contra la gordura. Quizás dentro de poco, y gracias a unas investigaciones recientes de la Universidad de Tel Aviv (una de las más reputadas del mundo en I+D), se desarrolle un nuevo método para quemar grasa que consiste en aplicar presión a los adipocitos, también conocidos como lipocitos, que son las células que forman el tejido adiposo.

El entender cómo controlar la cantidad de grasa producida por las células de grasa, se podría decir que es el santo grial para los investigadores que centran sus trabajos en la pérdida de peso. La teoría que barajan estos israelitas especializados en ingeniería biomédica es que la carga mecánica influye sobre las células de grasa. Dicho de otra manera, una determinada cantidad de fuerza o deformación aplicada en un área particular ocupada células grasas puede provocar que estas se desintegren, lo cual tendría una aplicación directa en los programas de pérdida de peso, así como en los tratamientos de úlceras por presión y el control de la diabetes crónica.

Actualmente en el mercado existen productos como los cinturones quema grasas que actúan por medio de vibraciones, según los investigadores estos productos están en el buen camino, sin embargo sus resultados hoy por hoy están en entre dicho ya que aún queda por determinar qué cargas mecánicas y con qué frecuencia son las adecuadas para obtener óptimos resultados.

La aplicación de cargas mecánicas en los tejidos puede afectar a muchas células diferentes dentro de nuestros cuerpos. Por ejemplo, la gravedad cero afecta a la densidad ósea de los astronautas. Cuando los astronautas regresan a casa después de un vuelo espacial prolongado, a menudo se ven confinados durante un corto espacio de tiempo a una silla de ruedas. Las estructuras de los huesos y los músculos, los cuales son determinados por las células que producen estas estructuras, se debilitan debido a la falta de cargas mecánicas. Esto ocurre porque las células son privadas de una estimulación normal como puede ser caminar.

La idea de los investigadores es que al igual que las células de hueso o músculo, las células de grasa también se ven afectadas por las cargas mecánicas. Así para su investigación emplean modelos informáticos similares a los que se emplean en los test de resistencia de puentes o máquinas para determinar la resistencia de la diferentes células y así descartar que un determinado tratamiento para el sobrepeso pudiera afectar a las células de los músculos o de los huesos.

En cualquier caso es una buena noticia dado que las tasas de personas con diabetes y sobrepeso no cesan de aumentar.


Fuente dietaypeso.net

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