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viernes, 17 de mayo de 2013

Diez beneficios de caminar



Caminar es un ejercicio fácil, económico y al alcance de todos, que a veces subestimamos por el hecho de que podemos practicarlo en cualquier parte y no es necesario que se lleve a cabo dentro de un gimnasio.

Andar ofrece innumerables beneficios para nuestro cuerpo que van más allá del físico. Te contamos diez de ellos para que no te lo pienses más y salgas a caminar, haciendo del paseo tu mejor ejercicio.
1. Ahorrarás en gastos de gimnasio
En los tiempos que corren hay que quitarse caprichos y recortar de donde se pueda, para muchas personas esos recortes suponen abandonar el gimnasio, pero esto no debe confundirse con abandonar el deporte. Caminar no conlleva ningún coste económico y nos mantiene en forma mientras ahorramos.
2. Quemarás calorías
Caminar 30 minutos al día supone un gasto de unas 1000 calorías a la semana. Es necesario andar 30 minutos seguidos, ya que la grasa depositada se empieza a quemar a partir de los 20-25 minutos después de haber iniciado una actividad.

3. Reducirás el riesgo de cáncer de colon y de mama
Caminar a paso firme durante algo más de una hora al día reduce el riesgo de desarrollar cáncer de colon en un 20%.

En cuanto al cáncer de mama además de ayudar a evitarlo, mejora la recuperación de las mujeres que lo padecen en un 45% frente a las que no caminan, aunque no es el único ejercicio que ayuda a la recuperación, sí es uno de los más completos.
4. Ayudarás a evitar la diabetes
La resistencia a la insulina es una indicación del riesgo de esta enfermedad, incluso en personas con niveles normales de glucosa. Un estudio británico ha demostrado que las personas que caminaban experimentan una mejoría en la sensibilidad a la insulina.
5. Mejorarás tu vida sexual
Un estudio de mujeres entre 45 a 55 años de edad ha demostrado que las que caminan como actividad frecuente tienen más deseo sexual y además disfrutan más de la intimidad.
6. Tu corazón se hará más fuerte
A nivel del sistema cardiovascular, la actividad física aumenta la fuerza y la capacidad de bombear sangre de nuestro corazón. Además las arterias tienen una mayor capacidad de dilatarse. Todo ello aumenta la cantidad de sangre que puede llegar a los músculos y otras zonas de nuestro cuerpo.
7. Te dolerá menos la cabeza

Un estudio realizado en mujeres de 32 a 70 años de edad, demostró que aquellas que caminaban 60 minutos diarios padecían muchas menos fibromialgias y jaquecas.
8. Reducirás el riesgo de ataque cerebral
Caminar 30 minutos al día, cinco veces por semana puede reducir de manera importante el riesgo de sufrir un ataque cerebral, por cuestiones de mejoras en el bombeo de la sangre.
9. Tendrás menos riesgo de hipertensión
La actividad física también disminuye el riesgo de ser hipertenso y en pacientes con hipertensión arterial reduce los valores de la presión arterial.
10. Serás más feliz
Caminar reduce el riesgo de depresión, aumenta la serotonina y nos hace estar más felices y relajados.




Trucos para quemar calorías en otoño



No queda otra. Para bajar esos kilos consecuencia de la época de descanso, tendrás que moverte más y controlar tu alimentación. No siempre es necesario recurrir a una dieta estricta, hay muchas actividades cotidianas que pueden ayudarte a bajar de peso con muy poco esfuerzo.

El tiempo te acompaña, las temperaturas son agradables y ahora es un momento excelente para practicar actividades al aire libre.

No te quedes en casa sin moverte del sofá durante todo el fin de semana. Disfruta del otoño haciendo un poco de senderismo (el campo empieza a estar precioso) y, si estás en forma, algo de footing, respirando aire puro, te sentará genial. Tienes opciones para todos los gustos: un paseo en bicicleta, calzarte unos patines y rodar (o al menos intentarlo) por el parque... lo que prefieras menos practicar el “tumbing” delante de la tele.

Entre semana te resultará más complicado, pero una buena idea es proponerte empezar el día con unos minutos de ejercicio. No tiene porqué ser una dura tabla gimnástica. Bastan unos estiramientos, unos giros de cintura y caderas, unas elevaciones de piernas (apoyándote en una pared y elevando de manera alternativa y lateralmente la pierna derecha hasta la altura de la cadera y, seguidamente, la izquierda), unas rotaciones de brazos (brazos extendidos, palmas hacia arriba y giros hacia delante y hacia atrás). Con diez minutos será suficiente y, si además escuchas un poco de música animada que ayude a despertarte, te resultará muy fácil y empezarás la jornada repleta de energía. A continuación, un buen desayuno en el que no falten los cereales integrales, los lácteos desnatados y un zumo o pieza de fruta y empezarás el día “imparable”.

Toma algo a media mañana. No caigas en el error de pasar largas horas sin probar bocado pensando que así perderás peso con mayor rapidez. Es un error y además una práctica muy poco saludable.

Durante tu actividad diaria procura gastar todas las calorías posibles. No se trata de ir corriendo a todas partes pero, por ejemplo, puedes renunciar voluntariamente a los ascensores (subir escaleras es un excelente método para mantenerte en forma) o dejar de lado el coche o el transporte público salvo que la excesiva distancia lo vuelva imprescindible. Para trayectos cortos, usa tus piernas, si lo tomas por costumbre, verás como notas un cambio en tu silueta en poco tiempo.

A la hora de las comidas, vigila tu alimentación limitando el consumo de grasas. Tienes multitud de trucos para reducir las calorías ingeridas sin renunciar a un menú equilibrado y saludable. Elimina las grasas visibles. Opta por las carnes magras, los pescados, las frutas y las verduras. Cocina siempre que puedas recetas al horno, al vapor o a la plancha y cuando tengas que freír, recuerda recurrir al papel absorbente para retirar el exceso de aceite antes de consumir los alimentos.

Comas en casa o en el trabajo, una excelente idea es sustituir el rato de sobremesa (el famoso café) por un paseo pausado que sirva para recargar pilas mientras quemas calorías sin apenas darte cuenta.

Al terminar la jornada, tal vez te quede tiempo libre para practicar alguna actividad deportiva que te resulte especialmente apetecible, ideal para eliminar las tensiones acumuladas durante el día. Si éste es tu caso, aprovecha y no renuncies a ella por “pereza”.

Si además en casa te esperan (o llegan y les esperas tú) pareja e hijos, tienes dos “fuentes” ideales para quemar calorías: proponles a los chavales realizar alguna actividad juntos (un “pilla pilla”, un “escondite” o jugar un ratito al balón) y a tu pareja sugiérele una noche diferente y apasionada. Seguro que esta idea para quemar calorías le parece estupenda.




No descuides tu figura en verano ¡Ponte en forma y presume de cuerpazo!



Con la llegada del verano y la subida de las temperaturas apetece llevar ropa bien fresca y lucir carne. Con los primeros rayos de sol deseamos tener una figura diez para poder llevar esos modelos que tanto nos gustan. Timpik, una red social para deportistas, nos ayuda a conseguirlo. Toma nota de algunos consejos a tener en cuenta para realizar ejercicio: te serán de gran utilidad y podrás lucir tipazo e ir a la piscina sin ningún tipo de complejo.

Lo primero que debes hacer es encontrar el momento adecuado para realizar tu tabla de ejercicios. Tendrás que introducirlo en tu rutina diaria y ser constante, debes sentirlo como algo que pertenece a tu vida cotidiana. Al principio te costará un poco pero, en breve, te sentirás recompensada por los beneficios que te aportará el deporte. Así que si eres de las dormilonas, evita los madrugones para coger las deportivas y, si por el contrario, eres de las que por la tarde se siente más cansada y empieza a estar perezosa, tu horario ideal será cuando amanezca.
Si realizar el ejercicio a una misma hora es importante, lo es en la misma medida el lugar donde practicarlo. Escoge un espacio abierto si adoras el aire libre o un gimnasio si prefieres que alguien te guíe en tu tabla a seguir.

Una vez elegido el lugar y la hora tendrás que tener en cuenta la importancia de los estiramientos para calentar tus músculos y así evitar tirones o lesiones. Te recomendamos que hagas algunos tanto al principio como al final de tu ejercicio. Verás lo relajada que te sientes si introduces también los estiramientos una vez que hayas acabado tu rato de deporte.

Debes ser consciente de que practicar deporte es también cuestión de práctica y que, en tus primeros días, todo te parecerá más costoso. Ten paciencia y vete introduciendo más tiempo y ejercicios de mayor esfuerzo progresivamente. Si has estado en los meses de invierno practicando cero deporte y has llevado una vida sedentaria, empieza de una forma suave y ve subiendo poco a poco el ritmo según vaya pasando el tiempo. De esta manera evitarás tener algún percance y no te cansarás al primer día de empezar tu rutina deportiva.

La práctica de deporte consume energía y absorbe parte del agua de nuestro organismo por eso tendrás que prestar atención a estar bien hidratada y llevar una dieta adecuada que te aporte toda la energía necesaria. Intenta introducir en tus comidas alimentos ricos en fibra y cereales y fíjate en aquellos que sean antioxidantes. Además después de realizar ejercicio, tómate una bebida que contenga sales: son idóneas para prevenir la deshidratación.

Si eres de las que adora compartir sus momentos, búscate un compañero de actividad y comparte tu rato de ejercicio con él, incluso podéis practicar un deporte de pareja o incluso de grupo: tenis, badminton, volleyball... Será algo divertido y que llevará a que la práctica de actividad física se haga más llevadera y motivadora. Busca un deporte en grupo y mejora tu figura de una manera amena.

Te aconsejamos que para evitar el aburrimiento mientras hagas deporte, intentes introducir actividades nuevas cada día, que sean diversas para que practicar tu deporte sea algo impredecible y sorprendente.

Si tras realizar ejercicios físicos notas que tienes las incómodas agujetas, o que tu espalda se queja, deberás tenerlo en cuenta y escuchar a tu cuerpo. Eso significará que has realizado un sobreesfuerzo. Tienes que adaptar el deporte a ti. No todas tenemos la misma resistencia, no te sientas peor si te cansas antes que tus amigas. Ante todo, debes tener en cuenta que la práctica de actividad física es algo con lo que tienes que divertirte y que te tiene que hacer sentir a gusto. Haz caso a tu cuerpo y practica el deporte que mejor le venga.

Cuando te propongas empezar a hacer deporte, deberás ser paciente y no desistir en la primera semana. Es normal que los primeros días no aprecies la mejora de tu figura. El deporte es algo progresivo y sus resultados son a largo plazo: verás como con el tiempo sus beneficios pueden contemplarse en tu silueta, ¡no desesperes!

Quizá algún día no puedas practicar el tiempo que te has propuesto de ejercicio porque tienes una vida bastante ajetreada o porque te ha salido un plan que no puedes perderte. Si no dispones de mucho tiempo, no debes dejar de hacer al menos una tabla más corta de ejercicios.

El día que no puedas dedicar el tiempo habitual a tu deporte, redúcelo. Siempre podrás sacar un rato de tiempo. Hazlo y moviliza tu cuerpo, él sabrá agradecértelo.

Como ves, siguiendo una rutina deportiva y tomando nota de estos consejos, recuperar tu figura o ponerla a punto para el verano, no será costoso. No seas perezosa y encuentra el ejercicio que más te gusta: puede ser bailar, andar en bicicleta o nadar. Verás cómo tu cuerpo y tú misma, os encontraréis mejor.



Delgada y en forma en 4 semanas sin ir al gimnasio y sin dietas estrictas



¿Esos kilitos que has cogido en Navidad parecen haberte tomado demasiado cariño? No te preocupes porque con unos sencillos hábitos y consejos dietéticos, conseguirás recuperar tu figura.
Es normal, tras la falta de ejercicio y la alimentación excesiva y descontrolada que caracteriza las Navidades, cuesta un poco volver a nuestra talla habitual, sin embargo, con muy poco esfuerzo y en menos tiempo de lo que crees, puedes recuperar tu forma física y una silueta estilizada. ¡Ficha los consejos de los profesionales del exclusivo centro de bienestar “Caroli Health Club”!

¡En forma!
La clave está en empezar a moverte de forma gradual, evitando las molestas agujetas y haciendo la introducción al deporte de forma amena y sin perder horas de tiempo libre.

Algunos de estos consejos son:

Sube por las escaleras y no por el ascensor. ¡Son sólo unos escalones más y la diferencia para nuestro cuerpo es enorme!

Bájate una parada antes en el metro o el autobús, así andarás hasta llegar a casa y conseguirás quemar algunas calorías y mejorar tu circulación. Además, seguro que llegas de mejor humor después de pasearte por la calle tras un largo día en la oficina.

No te olvides de beber dos litros de agua al día, ¡no cuesta nada y los efectos son múltiples para tu organismo y tu piel!

Dedica un par de horas el fin de semana a pasear en bicicleta por la ciudad, si vas en pareja ¡mucho mejor!

Saca a pasear al perro, es una excusa para airearte y prestarle atención a él, que seguro que te ha echado de menos hoy.

Haz una serie corta de estiramientos por la mañana y empieza el día con buen pie. Si te sientes con ánimo y quieres irte a la cama relajada, prueba a repetir los estiramientos por la noche ¡no te arrepentirás!

Dieta sana
Para depurar tu organismo y llenarte de energía en el día a día, es necesario recuperar unos hábitos nutricionales saludables. Bastará poner en práctica unos sencillos consejos para conseguirlo:

1. Beber abundante agua (2 litros diarios) para evitar la retención de líquidos y mantenernos hidratados. El agua hidrata nuestra piel y proporciona los nutrientes minerales indispensables para brillar con luz propia.

2. Llevar una dieta equilibrada en la que se tengan presente las 5 comidas diarias compuestas por hidratos de carbono, proteínas, grasas, frutas y cereales. Una alimentación saludable permite que nuestro metabolismo no acumule grasas y a la vez, nos proporcionará energía para afrontar el día a día de una forma efectiva.

3. Evita comer por las noches comidas copiosas, descansarás mejor y retendrás menos grasa. Además, evita los alimentos fritos o empanados, son una bomba de calorías.

4. Dormir entre 7 y 8 horas es ¡indispensable!


Fuente mujerdeelite.com

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