El sedentarismo es uno de los principales riesgos para la salud, y está en el origen del 30% de enfermedades cardiovasculares, el 27% de casos de diabetes y el 21%-25% de tumores de colon; de hecho, se le atribuyen directa o indirectamente un millón de muertes anuales (10% del total) en Europa. Así lo recordó Jordi Salas, presidente de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad), con motivo del recién celebrado X Día Nacional de la Nutrición, que eligió el expresivo lema de Pon ejercicio en tu plato para subrayar la necesidad deredondear una dieta e hidratación saludables con una actividad física moderada.
Esta recomendación tiene más sentido al comprobar que el ejercicio regular reduce en un 40% el riesgo de obesidad en personas predispuestas genéticamente a ella. Máxime cuando la obesidad, y su prólogo de sobrepeso, constituyen otro grave riesgo para la salud que, más allá de sus negativos efectos psicológicos y estéticos, altera la circulación sanguínea y contribuye al síndrome metabólico, que a su vez eleva el peligro de patología cardiovascular y de diabetes.
Los datos españoles son doblemente inquietantes. Por una parte, la Encuesta Europea de Salud de 2009 registra en el caso hispano un 37,7% de sobrepeso y un 16% de obesidad, y hay estudios que estiran esta última cifra hasta el 20%-25% de la población adulta. Visto desde otra perspectiva, tal exceso de peso coincide con un alto grado de inactividad física, que nos sitúa en la cola del continente (solo Malta estaba peor en un estudio de 2005 de la Comisión Europea), con un 60% de personas adultas que no realizan ejercicio físico moderado, 20 puntos peor que la media.
Pero más allá de cifras preocupantes, que pueden variar en poco tiempo cuando se adoptan políticas efectivas para favorecer el ejercicio físico -aceras más anchas para poder caminar rápido, eliminación de barreras arquitectónicas, mejor seguridad ciudadana para facilitar el juego infantil en la calle-, el Día de la Nutrición ha remarcado un mensaje positivo: la actividad física regular comporta múltiples beneficios para la salud. La lista es amplísima, tanto en mejoras (mejora el nivel de triglicéridos, la densidad ósea, la sensibilidad a la insulina, la capacidad cardiorrespiratoria y hasta la autoestima y sensación de bienestar), como en reducción de riesgos, ya que limita el peligro de morbimortalidad por enfermedad cardiovascular y por todas las causas, el de hipertensión y algunos tipos de cáncer, el de diabetes y obesidad, el de depresión o el de patología biliar. Y, por si fuera poco, rebaja el estrés y la ansiedad tan comunes en nuestra acelerada vida cotidiana. De ahí el empeño de la Fesnad, enfatizado por su secretario general Giuseppe Russolillo, en la masiva divulgación de las recomendaciones sobre buenos hábitos de hidratación, alimentación y, especialmente este año, actividad física. Se han repartido, dijo, más de 100.000 trípticos y más de 5.000 carteles con el lema de “Pon ejercicio en tu plato”. Un plato cuyos alimentos componen la estampa de una bicicleta para reforzar esa saludable sugerencia, que ha sido apoyada con más de 250 actividades, la mayoría al aire libre.
La clave, remachó desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) su vocal Juan Manuel Ballesteros, está en “informar y sensibilizar para integrar en la rutina” cotidiana esos consejos, y en que “las acciones sea fáciles de desarrollar”. No se trata, pues, de convertirse de la noche a la mañana en deportista, sino de realizar esos “30 minutos al día de actividad física moderada que recomienda la Organización Mundial de la Salud”.
Bypass gástrico para bajar de peso
La indicación de una intervención quirúrgica en un tratamiento para bajar de peso solo está recomendada en casos muy puntuales. Una de las cirugías que se pueden intentar en personas con obesidad es la del bypass gástrico. Esta intervención quirúrgica consiste en una alteración del proceso de digestión en el que se realiza una sección del estómago para volver a conectarlo al intestino delgado (quedando un estómago de la mitad –o menos- del tamaño inicial).El objetivo que se persigue al recomendar un bypass gástrico para bajar de peso es conseguir que el paciente se llene con una menor cantidad alimentos comida y que no absorba tantas calorías en cada una de las comidas diarias. Para efectuar la intervención quirúrgica de bypass gástrico se puede recurrir a una cirugía normal o se puede hacer por medio de una laparoscopía (en este último caso se necesita una hospitalización previa de unos 4 días y un reposo posterior que no suele pasar los 15 días).
No todas las personas se pueden someter a un bypass gástrico para bajar de peso. Los candidatos ideales para esta intervención quirúrgica deben ser personas con obesidad y que tengan un IMC igual o superior a 40 (si tiene diabetes, hipertensión u otras enfermedades el IMC puede ser de 35). El rango de edad que resulta seguro para poner en práctica un bypass gástrico está situado entre los 18 y los 65 años. Es importante que la persona que desee hacerse un bypass gástrico para bajar de peso no tenga ningún tipo de adicción (ni al alcohol ni a las drogas) y que tampoco fume.
El índice de éxitos que se obtienen con el bypass gástrico es realmente fenomenal. La mayoría de los pacientes pierden alrededor de un 70% de su peso total en solo un año de tratamiento. También se observan mejorías en caso de enfermedades crónicas (como diabetes tipo 2).
Un 68% de los españoles pasa del colesterol
Seguir una dieta que incluya frutas y hortalizas, y realizarse al menos un control antes de los 35 años en hombres y de los 45 años en mujeres para determinar los niveles de colesterol de nuestro organismo.
El colesterol alto o hipercolesterolemia no presenta síntomas ni signos físicos, pero diagnosticarlo es tan fácil como realizarse un análisis de sangre. En este sentido, los datos del estudio realizado por el coordinador del Grupo de Lípidos de SEMERGEN, el doctor Ángel Díaz Rodríguez, revelan que más del 45% de los encuestados acude a su médico al menos una vez al año para determinar sus niveles de colesterol. Los que no realizan controles periódicos alegan principalmente que, al sentirse bien, perciben no es necesario, hábito que se da mayoritariamente entre los hombres y los jóvenes.
“El Día Mundial de la Salud –señala- nos recuerda la importancia de cambiar nuestros hábitos de vida para mantener el colesterol a raya. La prevención es la clave de la salud”. Por su parte,Meritxell Gómez, experta del Programa NUSA, ofrece algunas pautas sencillas relacionadas con la dieta: “Es aconsejable limitar la ingesta de alimentos con un alto contenido en grasas saturadas y volver a la dieta mediterránea, el aliado perfecto. Los productos lácteos reductores del colesterol también son recomendables. Además de una alimentación sana y equilibrada, para compensar y reducir el colesterol también es importante practicar ejercicio físico de forma regular”.
Fuente blogdefarmacia.com
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