Búsqueda personalizada

lunes, 9 de abril de 2012

Engañando al cerebro para no tener apetito

3

Todas las personas tienen dentro de sí mismas una motivación única que visa tener un cuerpo adorable y sentirse atractiva ante los demás y el sexo opuesto sobretodo sea esta su pareja o inclusive los compañeros del gimnasio; para ello hay planes que conllevan un complemento entre dieta, suplementación, entrenamiento y por supuesto descanso, pero dentro de la dieta hay un indicador relevante que induce a una persona a manipular su vida de acuerdo a sus sentimientos o su mente; el apetito es un factor nutricional importante es por ello que sugerimos los siguientes consejos que pueden ayudar a mantener la forma engañando al cerebro.
El consejo de oro
Como siempre mencionamos el mejor consejo aquí es alimentarse más veces y en menos cantidad, teniendo como mínimo 6 comidas diarias y algún que otro suplemento inhibidor de apetito o un truco que conocemos para que el snack entre comidas sea además de saludable, saciante; es mejor nunca dejar de comer ya que solo crea una mayor dificultad para adelgazar.
Aceite en las ensaladas
Usar un poco de aceite para templar las ensaladas o incluso intercambiar el vinagre por el aceite ayuda a mantener por más tiempo saciable a la persona lo que significa más tiempo sin sentir apetito.
Beber bastante agua
Mantener el estómago lleno ayuda a engañar el cerebro y así evitar el hambre y para complementar dotamos al cuerpo de una buena hidratación y todos los beneficios del agua, especialmente cuando se entrena duro.
El café mata al apetito
El café sin azúcar con stevia (el edulcorante natural 0 calorías) por ejemplo se libera algunas endorfinas en el organismo que inmediatamente acaba con las ganas de comer de seguido.
Consumir vegetales
Siempre se los debe tener en cuenta porque son óptimos alimentos para siempre tenerlos cortados y picados en la nevera, y además de todas las vitaminas contenidas en ellos se consumirían pocas calorías, muchas vitaminas y además conseguir tener menos apetito.
Caminar al aire libre
Aantes de comenzar a sentir hambre se puede hacer una buena caminata al aire libre, respirar un poco y de preferencia escoger lugares como parques bien boscosos y pasar bien lejos de los fast foods, a fin de cuentas aunque se llegue a la casa con apetito, ya se habrá perdido algunas calorías con esta rutina y se podrá comer algo un poco más calórico sin preocupación.
Ocupar el tiempo libre
Muchas veces tener apetito significa aquellas ganas de comer, y casi siempre es causado por ansiedad es por ello que se debe buscar alguna actividad que llene el tiempo libre y olvidarse de la comida, pues quién comanda el apetito no es el estomago y sí el cerebro.
Comer lo importante
Es mejor consumir de preferencia alimentos que contengan fibras, son óptimos ejemplos son las galletas de fibras, copos de avena o incluso los integrales, las fibras ayudan a absorver la grasa del organismo y mejorar el funcionamiento del intestino.
Opción para los dulces
Principalmente para las mujeres el dulce es casi un objeto sagrado y más cuando hablamos en chocolate que para algunos es un respiro; pero para resolver el problema del dulce es mejor tener en la nevera una buena gelatina y mouse de chocolate diet, algunas almendras o nueces son más que saludables que con yogurt es una combinación sabrosísima y saludable.
Seleccionar los tés
Una buena combinación son los tés calmantes en combinación siempre con el té verde, el primero podría tener un efecto anestésico disminuyendo el apetito y el segundo ayuda a quemar las grasas y acelerar el metabolismo.
Comer despacio
Además de masticar con serenidad sin apuros se debe prestar atención en lo que se está ingiriendo, y aunque es una regla importante para el adelgazamiento el problema es que pocas personas consiguen seguir este consejo, cuando más se masticar y tarda en terminar la comida menos se comerá y por más tiempo el cerebro tendrá la información que está bien alimentado.
Este es un método de engañar el cerebro que induce a pensar que se ingirió una buena cantidad de alimentos aunque no se lo realizó totalmente.
Utilizar los inhaladores de aromas
Últimamente se han patentado equipos que en restaurantes se usan sobre todo para inhalar sabores y esto es extraordinario ya que sin consumir calorías, la mente es engañada mediante el sistema olfativo que recibe la información y la procesa positivamente dejando a la persona satisfecha con el sabor que ingirió pero por la nariz.

Alimentos a evitar para prevenir la celulitis

00

Estamos en la temporada justa en la cual todos ponemos en marcha diferentes recursos para lucir en forma con la llegada del verano, y dado que para las mujeres el principal enemigo es la celulitis, hoy te contamos que alimentos debes evitar para prevenir la celulitis.
A continuación te listamos aquellos alimentos que por su composición debemos evitar si queremos prevenir la tan odiada piel de naranja:
Bollería industrial: su alto contenido en grasas, muchas de ellas hidrogenadas y saturadas, sumado a su alta proporción de azúcares simples y en algunos casos sodio, son alimentos aliados del desarrollo de celulitis, pues favorecen la retención de líquidos y el acumulo de grasa en diferentes zonas del cuerpo. En reemplazo de éstos es preferible consumir un pan blanco o integral con un poco de queso o dulce casero.
Bebidas alcohólicas: tienen calorías propias del alcohol, algunas de ellas poseen azúcares y además, nos deshidratan por lo tanto favorecen la retención de líquido que altera la correcta circulación de la sangre, entorpeciendo la irrigación y así, promoviendo la celulitis. No podemos olvidar que el alcohol es un gran aliado para evitar la quema de grasa si se consume en exceso, por lo tanto, tenemos una razón más para consumirlo con moderación.
Comida rápida: su alto contenido en grasas y en sodio son los principales aliados de la celulitis. Por eso, si bien podemos ingerir una hamburguesa o algunas porciones de pizza a la semana, lo más apropiado es evitar el fast food y si estamos con poco tiempo, aliarnos de comidas rápidas pero caseras, como un bocadillo elaborado por nosotros mismos.
Precocinados: como sucede con la comida rápida, los alimentos precocinados, listos para calentar o descongelar, tal como las lasañas, pizzas u otros, contienen gran cantidad de sal, mayor aporte calórico y más grasas que la comida elaborada por nosotros mismos, lo cual sin duda favorece el desarrollo de la celulitis. Lo mejor es elaborar estos alimentos con nuestras propias manos y limitar los precocinados en nuestra dieta si queremos prevenir la piel de naranja.
Snacks comerciales: patatas fritas de bolsa, snacks a base de maíz fritos y salados y otros tantos, son notables fuentes de sodio y grasas en nuestra dieta, por ello, si queremos evitar la retención de líquidos, favorecer la circulación sanguínea y prevenir la celulitis, lo mejor es aliarnos de snacks no salados ni fritos, sino naturales como un puñado de frutas secas o deshidratadas, bastones de verduras frescas, semillas tostadas o trozos de frutas.
Éstos alimentos son grandes aliados en el desarrollo de celulitis por lo tanto, si queremos lucir sin piel de naranja lo mejor es limitar la presencia de estos alimentos en nuestra dieta y buscar sustitutos más sanos y naturales que pueden nutrirnos con salud.

Porque las dietas bajas en carbos funcionan

1

A pesar de que la primera ley de la termodinámica cita que nuestro peso se mantendrá constante cuando la cantidad de calorías ingeridas es igual a la cantidad de calorías gastadas, podemos determinar también que dietas diferentes llevan a diferentes procesos bioquímicos que al final influencian en los resultados; si se considera que una caloría sería sólo una caloría teniendo esta siempre el mismo efecto en nuestro cuerpo entonces podríamos decir que todos los macronutrientes que ingerimos siguen el mismo camino dentro del organismo lo que no es real porque como es obvio cada uno de ellos no son similares entre sí ya que siguen diferentes vías dentro del cuerpo así como realizan diversas acciones hormonales y actividades enzimáticas.
Los macronutrientes y el comportamiento del organismo
Las dietas bajas en carbos están asociadas a varias alteraciones hormonales siendo benéficas tanto para el mantenimiento de una buena salud como para uno de los principales objetivos que es la pérdida de peso.
Este tipo de dietas están conectadas a una reducción de los niveles de insulina, así como a un aumento de los de glucagon.
Estas alteraciones hormonales llevan a la activación de señalizadores como el PEPCK, F1-6BPase y G6Pase y la una inhibición de la hexocinasa, PK y 6-PF-1-K, favoreciendo así la gliconeogénesis (formación de glucosa) en detrimento de la glicólisis (degradación de la glucosa).
La gliconeogénesis es un proceso en que hay gasto de energía para su realización, y como las dietas bajas en carbos favorecen este proceso porque inmediatamente se incrementa el gasto calórico diario total; además, cuando hay una disminución del consumo de glúcidos se tendrá que aumentar el consumo de proteína para que la restricción calórica no sea demasiado grande, en este caso las proteína es una fuente de gasto de energía a la vez de ser saciante.
Si el glucagon ayuda a favorecer la pérdida de peso, entonces la insulina tendrá precisamente el efecto opuesto; hay estudios que hablan de un aumento de la cantidad de grasa a pesar de que la cantidad de calorías ingeridas sea igual y esto se debe a una disminución del gasto calórico diario por algunos factores como la reducción de la conversión de las reservas de triglicéridos a ácidos grasos libres, la síntesis de glucógeno y ciclo de Cori, las pérdidas de glucosa por la orina, una menor síntesis proteica y la contribución de aminoácidos a la gliconeogénesis.
La mayor parte de las personas buscan perder grasa manteniendo al máximo la masa magra y si es posible ganarla es mucho mejor, entonces en este aspecto la ciencia mostró que las dietas bajas en carbos ayudan para lograr estas metas; aquí la reducción de la cantidad de glúcidos en la dieta (30g, 60g, 104g) es directamente proporcional al aumento de la cantidad de grasa perdida (75%, 84%, 95%) por ejemplo.
Ahora que tenemos una idea de como los macronutrientes actúan de manera diferente en nuestro organismo y como una caloría no puede ser sólo tenida en cuenta como una caloría, dependiendo de donde provienen van a tener una acción diferente en nuestro cuerpo; es por ello que la dieta baja en carbos también debe ser balanceada y equilibrada, no siendo rica en glúcidos pero sí moderada para suplir nuestras necesidades diarias.
- Nos ayuda a perder una mayor cantidad de peso bajo forma de grasa.
- Tendrá un efecto más saciante debido al aumento del consumo de proteína y consecuentemente de lípidos para que los valores diarios no queden demasiado desajustados en haberes calóricos.
- Favorece a un mayor gasto energético diario.

Factores para perder grasa

9

Con cientos de dietas y programas diferentes para perder peso entre los que escoger, puede resultar muy complicado a veces saber distinguir los que funcionan de los que no.
No necesito deciros que hay gran cantidad de planes de definición que no harán nada más por vosotros que dejaros hambrientos o furiosos, así que si os tomáis el tiempo de aprender las necesidades de una buena dieta para perder grasa, podréis aumentar radicalmente vuestras posibilidades de obtener el éxito que merecéis.
El proceso por el que el cuerpo transforma los excesos de calorías, o de energía, en depósitos de grasa corporal es relativamente sencillo, en cambio, puesto que este tejido especializado constituye la reserva que garantiza nuestra supervivencia en caso de penuria alimentaria, el cuerpo ha creado numerosos mecanismos para preservarla a toda costa y no resulta tan fácil eliminarla.
Vamos a revisar algunos de los factores más importantes que tendréis que dominar para que vuestro programa de definición funcione de verdad.
1. Aseguraos que el programa incluya tanto la dieta como el entrenamiento.
La primera cosa que debéis comprobar es que cuando decidáis seguir un programa para definiros y reducir los niveles de grasa corporal, éste incluye tanto la dieta como el sistema de entrenamiento. Si dicho programa sólo hace hincapié en un plan de alimentación o bien en una rutina de entrenamiento, entonces seguramente vuestros resultados no serán los más óptimos, o desde luego no los que lograríais si combináis ambos factores.
Por muy buena dieta que sigáis o por muy buena que sea vuestra rutina de ejercicio, nunca alcanzaréis los mejores resultados a menos que pongáis el mismo empeño y esfuerzo en la una como en la otra.
Todos sabéis que la composición corporal depende del ejercicio físico que hagáis, así como de la alimentación que llevéis, por tanto, pensad desde este mismo momento que sólo logréis esos músculos definidos si otorgáis la misma importancia a ambos aspectos.
2. La dieta debe ser equilibrada y contener todos los nutrientes básicos.
Uno de los grandes errores que cometen muchos cuando abordan una dieta de definición es reducir en exceso las calorías y otro es el de eliminar demasiados alimentos y por tanto nutrirse durante esa temporada de sólo unos pocos, lo cual no es saludable, ni agradable, pero tampoco muy útil para sus objetivos de definición.
Debéis preocuparos de que en el menú no falten los hidratos de carbono que aportan almidón, así como los que proporcionan fibra, las proteínas, las grasas insaturadas y el agua. Ninguno de estos cinco grupos de alimentos debe faltar en vuestra alimentación ni siquiera durante la fase de definición, porque son absolutamente esenciales para que el cuerpo funcione correctamente.
Otra cosa es que debéis aprender a dosificar su administración y hacerlo en los momentos oportunos para disponer de energía y minimizar las posibilidades de acumulación de grasa.
Por ejemplo, algunos creen que a la hora de definir hay que eliminar por completo los alimentos que aportan hidratos de carbono como la fruta, los granos, las patatas o los cereales, pero se equivocan.
La clave está en la moderación y sobre todo en controlar el número total de calorías consumidas, porque a fin de cuentas a la hora de ganar o de perder adiposidad eso depende directamente de si creamos un déficit o un superávit de calorías. Por tanto, siempre y cuando sepáis mantener razonable la ingestión total de calorías, podréis comer de todos los grupos de alimentos mientras os sentís fantásticamente y lográis un físico de infarto.
Recordad que cada vez que elimináis alimentos, os pondréis en riesgo de sufrir deficiencias a largo plazo y eso es algo que tenéis que evitar a toda costa. Cuando hayáis tomado la decisión de seguir un tipo u otro de enfoque, seguidlo durante el suficiente tiempo y no cambiéis constantemente probando uno y otro, porque el cuerpo debe tener tiempo de adaptarse a los cambios a que lo sometéis.
La dieta pobre en hidratos de carbono siempre ofrece buenos resultados para acelerar la definición, pero evitad seguir una en la que reduzcáis el consumo de este nutriente a cero, porque simplemente no sólo no es necesario llegar a tal extremo, sino que si lo hacéis además de resultar negativo para la definición, perderéis masa muscular y además no es saludable.
3. Aseguraos de que la dieta incluye suficiente proteína.
No cometáis el error de infravalorar la presencia de la proteína en la dieta de definición, porque si ésta escasea tendréis mucha dificultad para mantener la masa muscular que hayáis sido capaces de construir con tanto sacrificio en el gimnasio. Sin la óptima cantidad de proteína puede que perdáis tanto músculo como grasa en cuanto reduzcáis la ingestión de calorías y de hidratos de carbono, y además vuestro sistema inmune también se resentirá.
La proteína es absolutamente esencial para la vida, así que cada vez que la consumís por debajo de las necesidades básicas os arriesgáis a sufrir un buen número de problemas. Procurad ingerir al menos dos gramos por cada kilo de peso corporal y día, o incluso algo más, para de esa forma aseguraos de tener cubiertas todas las necesidades.
Las mejores fuentes de proteína durante una dieta de definición son las pechugas de pollo y de pavo, las claras de huevo, el pescado, la carne roja muy magra y la proteína en polvo.
4. No infravaloréis el entrenamiento con pesas para definir esos músculos.
A pesar de lo que oigáis o leáis por ahí, el entrenamiento pesado constituye uno de los mejores métodos de ejercicio físico para producir una rápida y duradera pérdida de grasa, pero lamentablemente demasiados programas de definición se centran únicamente en la actividad cardiovascular y en la dieta, menospreciando el valor del entrenamiento con cargas importantes.
Muchos preconizan el trabajo pesado sólo durante la fase de volumen o de fuera de temporada, cuando el culturista se permite comer casi lo que quiere, pero en cuanto se centra en librarse de la adiposidad para lograr músculos definidos, el entrenamiento pesado brilla por su ausencia y se limitan a utilizar pesos livianos. No cometáis ese error.
Los estudios han demostrado más allá de toda duda que el manejo de cargas importantes contribuye a la definición por varios mecanismos.
Primero porque su realización consume calorías, segundo porque la erosión fibrilar que produce aumenta las necesidades calóricas durante la recuperación, al tiempo que ese mismo proceso metabólico de regeneración de tejidos y de reconstrucción de depósitos energéticos conlleva una elevación del ritmo metabólico que dura horas.
Por último, pero no menos importante, cabe recordar que el músculo es un tejido activo que consume calorías y energía aún estando en reposo y por lo tanto cuanta más masa muscular tengáis, más fácil os será por propia naturaleza manteneros con un coeficiente moderado de adiposidad.
Por consiguiente, durante la fase de definición seguid entrenando con una rutina pesada y que trabaje de forma muy seria los grandes grupos musculares con los movimientos compuestos, para después seguir con ejercicios de aislamiento que contribuyan a dar forma a los músculos y de paso a resaltar los detalles y definición.
5. No todo el ejercicio cardiovascular tiene la misma efectividad.
Seguro que todos sabéis bien que la actividad cardiovascular o aeróbica constituye un modo bastante eficaz para acelerar la pérdida de grasa, porque lo ha demostrado durante décadas y es fácil de comprobarlo, pero ni toda la actividad cardiovascular es igual de eficaz, ni la forma de ponerla en práctica consume la grasa al mismo ritmo.
Todavía es común ver la sección de cardio de los gimnasios repleta de gente en las distintas máquinas pasando ahí las horas y muchos hablando entre ellos, leyendo o viendo los monitores y las pantallas de televisión del centro. Se diría que más que ejercitarse lo que están haciendo es pasar un buen rato de ocio. Ese tipo de actividad cardiovascular de baja intensidad no sirve casi para nada, o desde luego para muy poco cuando el objetivo es quemar la grasa.
Los estudios han puesto de manifiesto que se queman más calorías efectuando un entrenamiento de alta intensidad y de menor duración, porque sobre todo este tipo de ejercicio intenso eleva el ritmo metabólico durante varias horas después de la sesión.
Otros estudios han descubierto que todavía es mucho mejor y más eficaz, tanto para reforzar el corazón como para quemar la grasa, hacer el entrenamiento de intervalos, es decir alternar fases cortas de la máxima intensidad posible, con otras más largas de intensidad moderada. Por ejemplo, correr durante 30 segundos a la máxima velocidad posible, para luego seguir durante 2 minutos a ritmo moderado y pasar 20 minutos totales alternando estas fases de alta y baja intensidad.
Otro aspecto relevante del cardio es el momento de su realización. Por la mañana temprano es el mejor momento para la mayoría de los expertos, y hacerlo en ayunas, con la única salvedad de ingerir unos gramos de BCAA o de un aislado de proteína en agua para evitar el catabolismo muscular. De no poder entrenar en esa hora, podéis hacer el cardio justo después de entrenar con pesas, pero nunca antes.
Otro aspecto a tener en consideración es que no todo tipo de ejercicio aeróbico consume la misma cantidad de calorías. Por ejemplo, la bicicleta estática gasta menos recursos que el remo y éste menos que la cinta de andar (carrera) y ésta menos que la natación. En pocas palabras, cuantos más grupos corporales implique la actividad, más calorías quemaréis.
Conclusión
Es evidente que todo el mundo aspira a transformar su físico y a conseguir uno musculoso dónde la grasa brille por su ausencia. ¿Y quién no?
Sin embargo, entre el deseo y la realidad con frecuencia media un verdadero abismo. No basta con desear algo, hay que esforzarse por conseguirlo y trabajar con tesón y no todos se esfuerzan lo bastante.
Lo triste es que muchos sí lo hacen, pero cometen errores y todo ese trabajo es baldío y sirve de muy poco.
Si aplicáis estos seis factores que acabamos de revisar en estas páginas, podréis, sin lugar a dudas, transformar vuestro físico por completo, eliminando la grasa corporal y luciendo unos músculos secos, duros y recortados que impresionarán a todos. ¿A qué estáis esperando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario